Qué ver en Santiago de Compostela (II)

Hola amigos y bienvenidos a un blog con mucho estilo

Espero que os vaya todo bien por vuestras casiñas, por aquí está lloviendo bastante últimamente (para variar…). Aún así, no perdemos el buen humor (así somos de riquiños los gallegos).

Volviendo ya a lo que nos ocupa, que nos vamos por las ramas, hoy os traigo un poco más de Santiago. El mes pasado, estuvimos dándonos un buen paseo por el casco viejo y la zona más “céntrica” de la ciudad. En este caso, nos alejaremos un poco más de esa zona para descubrir el lado más verde de Compostela.

EMPEZAMOS

El otro día nos quedamos tomando algo por la Rúa do Franco, así que hoy vamos a continuar por esa zona. Por eso, la primera parada es el Parque de la Alameda.

La Alameda es el jardín principal de la ciudad, situado en uno de los extremos del casco histórico. A parte de ser uno de los principales atractivos turísticos por su belleza y por los importantes elementos artísticos que hay en su interior, es también un sitio perfecto para tomarse un respiro después de patear el centro.

Debido a su gran tamaño, aquí se realizan multitud de actos culturales y de fiestas locales. Además, es uno de los parques públicos más importantes de Europa por la exótica flora que compone el jardín.

Uno de los elementos más llamativos del parque es la estatua de las ‘Dos Marías’, colocada en la entrada para dar la bienvenida a todos los visitantes. Esta curiosa estatua esconde la historia de Maruxa y Coralia, dos emblemáticas hermanas de Santiago.

Maruxa y Coralia fueron las hermanas cuarta y duodécima, de una familia de 13 hijos. Varios de ellos, comenzaron a militar en una entidad anarcosindicalista. Durante la Guerra Civil y el franquismo, los activistas se vieron fuertemente represaliados.

Ante la imposibilidad de ajusticiar a varios de los hermanos, la policía del régimen se dedicó a acosar a las mujeres de la familia. Este provocó secuelas traumáticas que derivaron en conductas atípicas por parte de las hermanas.

Tachadas de «locas» o «putas»,  salían a pasear a diario en torno a las 2 de la tarde con looks estrafalarios, fumaban y piropeaban a jóvenes universitarios, algo impensable para la mayoría de mujeres de entonces. Después de toda una vida señaladas por las instituciones, el ayuntamiento continúa honrándolas con la voluntad de que la libertad no vuelva a ser cuestionada nunca más.

Desde luego, un estatua con mucha historia para un lugar más que recomendado. Sobre todo os aconsejo pasaros por aquí si viajáis con niños, ya que es un sitio perfecto para jugar y correr al aire libre sin demasiado peligro.

Puntuación: 4 de 5.

Y, como esto va de verde, nos movemos hasta el Parque de Belvís, una amplia zona de pradera situada alrededor de un pequeño arroyo. Unas tres hectáreas de superficie bajo el Seminario Menor de la ciudad.

A parte de parque infantil, caminos para pasear, campo de fútbol y aparcamiento, Belvís cuenta con huertos urbanos. Esta es una de las cosas más llamativas de este parque y también de las más originales. Y es que aquí cualquier puede hacer uso de sus huertos para sacar su lado más ecológico.

Un sitio recomendado, sobre todo si visitáis el Barrio de San Pedro (uno de los más contemporáneos de Santiago). Además, desde lo más alto podréis disfrutar de unas vistas privilegiadas del casco antiguo.

Puntuación: 3 de 5.

Y, a solo unos minutos de aquí, llegamos al Parque de Bonaval, otro de los grandes pulmones de Santiago de Compostela.

El Parque de San Domingos de Bonaval, que antes fue finca y cementerio del convento dominico, es un gran espacio verde situado en las proximidades del Barrio de San Pedro.

Esta zona fue diseñada por los arquitectos Isabel Aguirre y Álvaro Siza. Este último diseñó también el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, un espacio de difusión del arte gallego, situado en el mismo recinto.  

Cuando llegué a Santiago este fue uno de los primeros sitios a los que me llevaron todos aquellos que vivían aquí y, aunque al principio no entendí muy bien el porqué, enseguida me di cuenta.

Al entrar al parque parece un sitio tranquilito y con poca gente, solo alguna que otra familia haciendo picnic o parejitas intentando que el amor fluya en su primera cita (muy muy real). Sin embargo, en la parte de arriba del todo es donde se encuentra el verdadero ambiente, sobre todo para gente joven.

Es sitio chulo para tomar unas cervecitas sobre la hierba, mientras ves un atardecer de ensueño (sin duda la mejor hora para ir).

Puntuación: 4 de 5.

Por último nos vamos al Monte do Gozo, una colina situada a 5km de la ciudad con mucho significado para los peregrinos. Y es que aquí es donde los peregrinos divisan por primera vez la ciudad y la catedral compostelana, convirtiéndose este en un momento muy emocionante.

El nombre del monte viene de ese sentimiento desbordante de felicidad que sentían los peregrinos al verse tan cerca de la meta. Además, en la Edad Media, era tradición caminar desde aquí hasta la Catedral descalzo.

Un sitio muy especial que, sin duda, merece la pena ver.

Puntuación: 5 de 5.

Y hasta aquí por hoy. Espero que hayáis tomado nota de todas estas recomendaciones y que sigáis enamorándoos poco a poco de Santiago de la mano de La Maleta de Pauli. No dudéis en dejar todas vuestras dudas en el apartado de comentarios y recordad que el mes que viene os esperan aquí muchas aventuras más…

Sed muy felices 

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