Hola amigos y bienvenidos un mes más a La Maleta de Pauli.
¡Por fin julio! Ese sería el título perfecto para este artículo que llega en el mejor momento del año, cuando se acaban las clases. Sol, playa, amigos, familia… ¿qué más se puede pedir? Exacto, viajes. Después del post del mes pasado, en el que hablamos sobre la fiesta húngara, espero que estés leyéndome desde Budapest.
Sea desde Budapest o sea desde el lado derecho de tu sofá del salón, hoy nos vamos a una ciudad a la que llegué por “casualidad” y en la que jamás pensé que estaría (con esta descripción empiezan siempre los mejores planes). Acomódate porque nos movemos hasta Eslovenia, hasta Maribor.
EMPEZAMOS

Maribor es una de las principales ciudades de Eslovenia y también la segunda más grande del país, solo por detrás de Liubliana (la capital). Ubicada a orillas del río Drava, es conocida por sus ballets, su marcada tradición austro-húngara y, por supuesto, por sus buenos vinos blancos. Además, se trata de un lugar moderno (hay wifi gratis en toda la ciudad) y sostenible que, cada año, acoge a una enorme cantidad de estudiantes Erasmus.


Su tamaño la convierte en lugar excepcional para parar unos días si visitas países como Hungría, Croacia o Austria. No te recomiendo dedicarle mucho más, pues con un día o dos serás capaz de verlo absolutamente todo, aunque sí te aseguro que es una muy buena opción hacer parada aquí.


Llegues en bus o en tren, lo primero que vas a ver es la imponente Iglesia Franciscana. Se trata de una construcción que llama la atención, pues se encuentra en medio de la carretera y su fachada de ladrillo contrasta bastante con el paisaje. Fue construida en el siglo XIX y, desde entonces, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.




Por dentro también hay sorpresa, pues es un templo con mucha luz, algo que no suele pasar pues la mayor parte de las iglesias acostumbran a ser oscuras y, casi siempre, hechas con una piedra un tanto tenebrosa. En esta caso, todo lo contrario, las paredes son claras y los elementos decorativos aportan todavía más vida.





Eso sí, la entrada está bastante escondida y normalmente la puerta se encuentra cerrada a pesar de que estar el templo abierto a visitas. Por eso, si te apetece pasar no dudes en tirar de todos los pomos que haya hasta que llegues al correcto (no exagero si digo que estuve 20 minutos buscando la entrada).

A un minuto de la iglesia se encuentra el National Libertion monument, el NOB. En él hay copias gráficas de proclamas sobre fusilamiento de rehenes y rebeldes que, durante la Segunda Guerra Mundial, fueron condenados a muerte. 667 muertos se encuentran grabados en el NOB, además de la carta de despedida de uno de ellos, Jože Fluks.

Si escucháis a alguien llamarle ‘Kojak’, que no os extrañe. Los habitantes de Maribor suelen hablar de él con este nombre ya que, según dicen, les recuerda al detective Kojak.


Justo detrás nos encontramos con la Plaza de la Libertad (Trg Svobode), uno de los lugares principales de la ciudad ya que allí se encuentran monumentos como el castillo de Maribor o la estatua de San Florián, que protege a sus habitantes de los incendios.



Los amantes de la historia debéis saber que el antiguo castillo alberga ahora el Museo Regional de Maribor, lugar donde se expone el patrimonio cultural e histórico de la zona. En él cabe destacar la antigua farmacia y una pequeña capilla que se ha convertido en la joya del museo.


Además, la Plaza de la Libertad es un sitio perfecto para tomarte un respiro y parar a disfrutar de un buen café, ya que está plagada de cafeterías y restaurantes. Y, como no, es un lugar ideal para llevarte algún que otro souvenir tradicional en cualquiera de los puestos que forman el mercado.


De una plaza nos movemos a otra, a la Plaza del Ayuntamiento (Glavni). Se trata del corazón de la ciudad, ya que es el principal punto de encuentro de los habitantes de Maribor. Aquí se encuentra el antiguo Ayuntamiento que, junto a las fachadas de los edificios y el ambiente, convierten Glavni en uno de los lugares más bonitos de Maribor.





En el centro de la plaza se encuentra la Columna de la Peste (Kužno znamenje), que fue construida entre 1646 y 1681 con motivo de la gran epidemia de peste que acabó con un tercio de la población (esta es una réplica de 1743). En ella aparece la Virgen María en lo más alto y, a su lado, seis santos que la acompañan.




Durante la Edad Media esta fue la plaza del mercado, una tradición que siguen manteniendo gracias a un mercado de productos ecológicos que se celebra todas las semanas aquí mismo. Sin duda, uno de los lugares que no te puedes perder.
La última parada del día la hacemos en la Universidad de Maribor, la segunda más grande de Eslovenia. Esta está compuesta por 17 facultades y alberga alrededor de 22.000 estudiantes, muchos de ellos Erasmus. Y es que Maribor está considerado como uno de los mejores destinos para estos intercambios, en los que cuentan con una larga experiencia. Además, algunas de sus facultades presentan fachadas tan impresionantes como esta…



Y esto sería todo por hoy. ¿Qué os ha parecido Eslovenia? ¿Conocíais la existencia de Maribor? Ahora que ya sabes un poco más sobre este increíble lugar espero que estés deseando pasarte por allí. Si es así, no te pierdas el post del próximo mes, en él seguiremos recorriendo sus calles. ¡Te espero!
Un abrazo
LUGAR | HORARIO | PRECIO |
Iglesia Franciscana | Misas: Domingo: 8.30, 10.00, 11.30 y 19.00 Días laborables: 9.00 y 19.00 | Gratuito |
Museo Regional de Maribor | Lunes: Cerrado Martes-sábado: 10:00-18:00 Domingo: 10:00-14:00 | Adultos: 5€ Alumnos, estudiantes y jubilados: 3,5€ Niños: 1,5€ Visita guiada (hasta 10): 25€ Visita guiada (10-30): 35€ |
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