Viaje a Berlín (III)

Hola amigos!!

Antes de nada quería deciros que hoy estoy súper contenta. No sé si es el post de hoy, el del mes que viene o ambos el motivo por el que estoy así… Resulta que el mes que viene es un mes muy especial. El blog, cumple 1AÑO. Parece mentira que ya llevemos un año haciendo el cabra por el mundo adelante y disfrutando de cada pequeño detalle que nos encontramos por ahí. Y, como celebración de nuestro gran día, estoy preparando un post que creo que os va a gustar mucho y que va a ser muy simbólico ya que quiero que lo hagamos entre todos. Si, ¡entre todos!. Así que los que queráis participar, que espero que seáis un montón, contactad conmigo y os cuento. Para ello ir al apartado de (Contacto), mandadme un mensaje y ya os explico qué es lo que tenéis que hacer exactamente.

Bueno, celebraciones y bienvenidas a parte vamos a empezar. Como os dije antes el cumpleaños del blog es uno de los motivos de mi alegría pero el otro es el post de hoy ya que os presento… LA BERLÍN MÁS DIVERTIDA.

EMPEZAMOS!!

Tengo que admitir que a mí los paseos en barco, no me encantan pero sí que es verdad, que creo que merecen la pena. Lo sé, lo que acabo de decir no tiene sentido, que me guste pero no… A ver creo que aunque no seas fan de los cruceritos hacerlo es una muy buena idea para ver la ciudad desde otra perspectiva. El barco te permite ver una Berlín que andando, en bus o en metro no puedes ver y es justo ese el motivo por el que decidí hacerlo y por el que te recomiendo que tú lo hagas también.

Puntuación: 3 de 5.

A continuación vamos a irnos al museo de cera. Creo que cuando hablamos de París ya os conté lo fan que soy de estos museos que, además, puedes encontrar en muchas grandes ciudades. Este en especial me gustó mucho. A diferencia del de París en este se encuentran personajes famosos de muy diversas nacionalidades, mientras que en el otro la mayor parte eran franceses que, en muchos casos, no conocía. Otra cosa que me gustó fue que la decoración era muy buena y que muchas figuras tenían accesorios con los que disfrazarte e imitar poses o hacerte una foto más original.

Como no, aquí os dejo unas cuantas fotos para que veáis un poco qué os podéis encontrar y qué bien se me da hacer el tonto.

Puntuación: 4 de 5.

Siguiendo con nuestro recorrido vamos al Berlín Dungeon. Aunque más tarde descubrí que esta atracción la había en otras ciudades, cuido fui no sabía si merecía demasiado la pena y, de hecho, fui con pocas expectativas y con la simple idea de probar. Lo cierto, es que fue una gran experiencia. Es un tour por la historia de la ciudad pero de terror. Te meten en un tren que va pasando por diferentes salas y vas entrando en distintos lugares. Los actores son muy profesionales y la decoración es increíble. Yo, que soy muy fan de las pelis de miedo y los sustos, disfruté muchísimo y pasé bastante miedo en algunos momentos (no apto para gente con problemas de corazón, yo aviso). Dura 1 hora, vas con un grupo de gente muy variada (lo que lo hace aún mejor) y puedes elegir inglés o alemán como idiomas. En español no lo tienen pero si te manejas un poquito no creo que tengas problema para entenderlo, yo al menos lo entendí todo bien.

Es un plan perfecto para aprender cositas sobre esta ciudad con tanta historia detrás mientras te echas una risas con la familia o los amigos. Además, puedes poner a prueba tu valentía y tu inglés de paso.

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Puntuación: 4 de 5.

Antes de perdernos por completo por la ciudad hacemos una paradita en el AquaDom del hotel Radisson Blu. Esta es, ni más ni menos, que una pecera gigante de 25 metros de altura que alberga 1500 peces de 97 especies diferentes (qué bien funciona la wikipedia para las cifras eh). Te permiten atravesarlo por dentro en un ascensor y la verdad es que, a pesar de que hace un calor mortal, es muy interesante. Aunque no se aprecia del todo por aquí os dejo una foto. Pasaros a verlo porque es único y ya, si os gusta el tema de la vida marina, id también al acuario que está muy cerquita y está muy guay también. Lo mejor del acuario es que la visita es como un yincana, según vas pasando por las exposiciones vas encontrando pistas y preguntas. Muy interesante para lo más peques y para adultos tan negados para encontrar las pistas como yo (no os creáis que es tan fácil el jueguito…).

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Puntuación: 3 de 5.

Y por último, nos adentramos en las calles de Berlín, sin rumbo para callejear, mi parte favorita. Esta en, mi opinión, es la verdadera forma de conocer una ciudad ya que te permite ver más allá de lo puramente turístico y superficial. Por aquí os dejo algunas de las cosas que más me han sorprendido.

Para mi sorpresa este lugar me ha hecho fijarme en detalles tan insignificantes como los muñecos de los semáforos ya que fue aquí donde surgieron. Los “Ampelmännchen” o “hombrecillos del semáforos” se crearon en la Berlín Oriental para cambiar los aburridos y clásicos semáforos. Mantuvieron los colores que ya tenían (verde, naranja y rojo) pero cambiaron las formas geométricas por hombrecillos con los brazos abiertos (prohibido pasar) y caminando (permitido el paso). Que por qué os preguntaréis, pues porque un 10% de la población no distinguía los colores. Estos muñecos están muy presentes en la ciudad y como no en los souvenirs. Curioso ¿no?.IMG_7823Hay osos por todas partes (no es broma). Vayas a donde vayas, cada 50 metros te cruzas con alguno y es que el oso es el animal por excelencia de la ciudad. Porque está en su escudo, porque en alemán oso es “Bär” y de “Bär” a Berlín hay un paso y porque en la Edad Media se usaba el oso en los blasones de las familias nobles. Además de ser una cosa curiosa es sin duda algo muy guay ya que no todos pero la mayoría de los osos están decorados de formas muy curiosas y han sido pintados por verdaderos artistas en la gran mayoría de los casos.

Una especial mención a los muchos mercadillos que hay repartidos por toda la ciudad. En ellos, puedes encontrar verdaderas reliquias, sobre todo relacionadas con la Guerra (tiene sentido…). Aquí abajo os dejo un par de fotos de uno en el que estuve, una auténtica pasada.

Por último, Berlín y sus calles me demostraron que por mucho que llueva o haya llovido, siempre hay que aprender a levantarse, a bailar bajo la lluvia. Más allá de la oscura historia que guardan sus calles, esta es una ciudad donde pasarlo bien es casi obligatorio.

Del día que llovió como no lo había hecho en años

Y hasta aquí por hoy y esta aquí Berlín. Sin duda un viaje estupendo y 3 posts, creo, muy interesantes y entretenidos.

Como siempre es un placer compartir momentos con vosotros, un beso enorme y no faltéis a la próxima.

LUGARHORARIOPRECIO
Paseo en barcoVariableDesde 15 €
Museo de ceraLunes a Viernes, 10-18

Sábados y Domingos, 10-19

Adultos 25€

Niños 20,5€

Berlín DungeonTodos los días, 10-1822,5€
PeceraHorario del hotelGratuito

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5 comentarios en “Viaje a Berlín (III)

  1. No conozco Berlín, pero leyendo tu Blog dan ganas de ir. Las fotos son fantásticas. Sigue escribiendo, definitivamente es lo tuyo. Haces q valga la pena viajar y conocer sitios.

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