Hola amigos y bienvenidos al blog, un año más…
Y sí, ¡feliz año!. Parece mentira que ya hayamos pasado juntos tantos cambios de año ¿no creéis?. Desde luego el 2019 ha sido increíble pero, como siempre digo, lo mejor es lo que viene y después de lo bueno viene lo mejor. Así que cargad bien los motores porque arrancamos con toda la energía y unas ganas sobrehumanas de comernos el mundo.
Para empezar (así, tirando la casa por la ventana) os traigo… Milán.
¡¿EMPEZAMOS?!

Milán es una preciosa y pequeña ciudad italiana que superó, con creces, todas mis expectativas. Como ya sabréis (que aquí me sois todos muy listiños) Milán es la ciudad de la moda. Por eso, aquí el buen vestir y las marcas son el pan de cada día.
Un ejemplo de ello, es nuestro primer destino, las Galerias Vittorio Emanuele, donde se encuentran las cafeterías, librerías y tiendas de ropa más lujosas de la ciudad. Si tu idea es comprarte algo, prepara bien tu cartera, si por lo contrario lo que quieres es simplemente disfrutar de la increíble belleza de este lugar prepara tu cámara, te hará falta (ya sabéis, yo soy más de cámara). Además, dicen, que si das 2 vueltas sobre una pierna en el centro de las galerías vas a tener un año de grandísima suerte (no sé si es cierto pero vaya, que no me quedé sin probar no fuera a ser…). Sin duda, sea con o sin compras, parada indispensable.


Saliendo por un extremo llegamos a la Piazza del Duomo. Aquí a parte de la plaza en sí misma veremos el monumento más increíble de la ciudad, la catedral, aunque eso será en otro post. Atravesamos la plaza para ver el ayuntamiento. Un edificio que aparece en todas las guías pero que para mí no merece demasiado la pena. Y es que cuando hablemos del Duomo os daréis cuenta, el ayuntamiento a su lado parece un chiste… por aquí abajo os dejo una foto.

Atravesamos de nuevo las galerías para llegar al otro extremo, la Piazza della Scala. Esta plaza recoge otro de los lugares más visitados de Milán, el teatro la Scala. Por fuera es bonito, aunque en comparación con otros que hemos visto antes como la Fenice en Venecia o la Ópera Garnier en París no parece gran cosa. En cambio, por dentro, es impresionante. Eso sí, no olvidéis reservar sitio para poder hacer la visita, es un tour muy solicitado y es una pena perder la oportunidad de ver algo así. También, con algo de tiempo, me habría gustado ver algún concierto o espectáculo allí, ¡tiene que ser increíble!.

Nos movemos un poco, aunque no mucho, aquí todo está pegadito, para llegar a la Piazza degli Affari. En esta plaza, se encuentra el edificio de la bolsa. Aunque, realmente, lo interesante de ella no es eso, sino el gran corte de manga que hay justo en el centro (yo aproveché para mandárselo a más de uno jeje). Parece increíble, pero es cierto, esta escultura lleva aquí desde 2010 cuando su creador impuso al ayuntamiento que no la movieran de esa plaza. Aunque él dice que representa “amor” y “odio” ya varias veces la han quitado gobernantes y dirigentes de la bolsa por considerarla una ofensa (no entiendo yo por qué…). Y, aunque sea difícil de creer, la realidad es que siempre ha vuelto a su sitio y allí sigue, para que todos podemos ir a visitarla (pocas cosas son más culturales que esta) ¡no te la pierdas!.

Abandonamos la plaza para trasladarnos a San Ambrosio. Esta iglesia es sin duda una de las más raras que he visto hasta el momento. Se construyó en el año 387 (imaginaros si es viejuna) y tiene una forma bastante atípica para ser una iglesia y además tan antigua. Como podéis ver en la foto tiene dos torres y una parte exterior bastante grande y llena de “tumbas” (no sabría decir muy bien qué son). Además, dentro, se pueden ver los cuerpos de Ambrosio, Gervasio y Protasio (de toda la vida sabes) vestidos con sus mejores trajes. Aunque ha sufrido daños por culpa de las guerra, tened en cuenta que es muy antigua, aún conserva a la perfección su aspecto original. Teniendo en cuenta que es gratis la entrada y que es una iglesia peculiar, yo no me la perdería.


Y de iglesia a basílica, San Lorenzo Maggiore. Si la otra era antigua esta ya… no se sabe el año exacto pero es indiscutiblemente la más antigua de la ciudad. Mucho más grande y mucho más bonita también. Lo que más me gustó de esta es su forma, redonda, nunca había estado en un templo redondo. Además otro punto a favor es el lugar donde está, la zona antigua de Milán. De hecho, justo en frente puedes ver las antiguas columnas romanas, que en un principio fueron llevadas allí para conectarlas a la basílica pero que al final se dejaron donde están ahora para dejar un espacio entre ellas y la entrada al templo (y en ese especio pusieron la estatua de Constantino, que debe ser que les convenció más).



Por último, nos quedamos por la zona antigua para visitar la Porta Ticinese, el principal resto de la muralla romana medieval que se construyó en su momento para proteger la ciudad. Y que es el punto de partida para recorrer una zona preciosa que choca mucho en comparación con la parte del centro (incluso me resultaría difícil elegir entre las dos).


Aquí, una de las cosas que más me tocó el corazoncito fue un muro repleto de muñecas en memoria a la victimas de la violencia de género, una forma preciosa de recordarlas siempre.

Y hasta aquí por hoy. Este es el primer paseíto por Milán, no os preocupéis, todavía queda mucho y muy bueno por ver. Espero que os haya gustado y que estéis deseando que llegue el mes que viene para conocer más. Como siempre, todo un placer empezar el año con mi segunda familia (que siii, que sois vosotros).
¡Hasta el mes que viene!.
LUGAR | HORARIO | PRECIO |
Teatro la Scala | Todos los días, 9-17:30 | Adultos, 7€ Estudiantes y mayores de 65 años, 5€ Menores de 12 años, gratuito |
San Ambrosio | De Lunes a Sábado, 10-12 y 14:30-18 Domingo, 15-17 | Gratuito |
San Lorenzo Maggiore | De Lunes a Sábado, 8-18:30 Domingo, 9-19 | Gratuito Capilla San Aquilino, 2€ |
Impresionante Milán y muy divertido. Me encanta seguirte. Sigue enseñándome el mundo. ❤️❤️❤️❤️
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Una ciudad muy interesante,como toda Italia. Un lugar al que volver, son duda
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